Creo que ya he comentado en alguna ocasión la sonrisa de los niños de la India. Habrá de todo, pero dentro de la pobreza en la que viven, transmiten una alegría que no he visto en los niños de mi pais o de cualquier ciudad europea. Su sonrisa te llega, es franca, especial. Y cuando nos veían con la cámara haciendo fotos, nos decían que les hicieramos fotos y cuando les enseñábamos sus imágenes en la pantalla de la cámara se reían un montón de verse metidos allí en aquella cajita tan pequeña. Y a mi claro me encantaba echarles fotos y reirme un rato con ellos.
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La siguiente niña era la encargada de guardar los zapatos en la calle de los que visitaban un templo de Ganesh.
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